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Winter in Kensington Gardens, Arthur Rackham |
Al igual que asociamos la navidad a determinados seres vegetales como el abeto, el acebo, el muérdago, el tronco de Yule1, el laurel de las coronas de las festividades romanas de la saturnalia2; son muchos los animales que se asocian a estas fechas, no solo de la navidad, sino de las festividades de invierno en general; desde los renos a la cabra, pasando por el dromedario o el asno. Pese a que cada uno de ellos merece una entrada en solitario para tratar su papel simbólico en las mitologías, religiones y folclore de numerosas culturas, será sobre las aves en quienes recaiga el protagonismo para esta entrada.
Si pensamos en aves que vinculamos a las fiestas invernales gracias al folclore, mitología o religión, son unas cuantas las que se nos vienen a la cabeza, como el petirrojo o la paloma, la tórtola, el Martín pescador, el Pinzón y un largo etcétera. No cabe duda que griegos y romanos hicieron mucho en cuanto a la imagen arquetípica o simbólica de las aves para protagonizar o participar en sus mitos o sus ceremonias religiosas. Sin embargo culturas anteriores a las clásicas ya marcaban este importante papel de las aves en su imaginario colectivo o en su cosmogonía. Los halcones y los faraones, Simurgh o Benni entre otros. Los mitos fundacionales de los Pelasgos, antecesores de los griegos. Las aves y su simbolismo es algo recurrente en casi toda la mitología y en casi todas las culturas. Como es un tema apasionante y muy extenso, vamos a ir analizando el papel de las aves bajo diferentes prismas en sucesivas entradas.
Hoy y acorde a la estación en la que nos encontramos daremos un paseo de altos vuelos entre aves y mitos que acontecen en el invierno y nos acercaremos a la figura de un pequeño pajarillo.
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Mike Stinnett
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Invierno
Del español antiguo ivierno, derivado del latín vulgar hibernum, del latín tempus hibernum: estación invernal.
Y frente al invierno los dioses brillantes, la luz que vuelve a brillar en los meses más oscuros. La diosa Sól nórdica, Helios griego, Apolo en su faceta de brillante o luminoso o el romano Febo, Ra, Lug, dioses solares, dioses del triunfo del sol sobre la oscuridad. Y todos estos dioses presentan un marcado papel ornitomántico.
Un pequeño pájaro inicia esta serie dedicada a las aves y las estaciones:
El Reyezuelo de Lug
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Photo by Alan Vernon
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El Reyezuelo simple (Regulus Regulus), es uno de los pájaros más pequeños, midiendo solamente unos 9 cm de longitud. Es regordete y de tonalidades verdes, con un listado en la cabeza amarillo o naranja. Presente en toda europa y Asia y desplazándose a latitudes más cálidas, especialmente el arco mediterráneo en invierno. Vive en zonas boscosas de altitud principalmente, y se alimenta de pequeños insectos.
Aves y dioses
La relación de las aves y los dioses es una constante a lo largo de la historia, comencemos por el dios de los pueblos celtas: Lug. Lug es la principal
divinidad Celta, como todas las deidades anteriores al cristianismo no
es deidad de un solo papel, aunque uno de los principales por los que se
le conoce es como el dios solar, si tomamos su etimología de la raiz
Leuk- "Brillar", "El brillante", si tomamos en cambio las principales
fuentes de tradición oral que recoge la literatura celta irlandesa, Lug
derivaría del término Galo Lugus o Lugos, que según algunos autores significaría "Cuervo
negro". Una relación que bajo nuestro dualismo predominante nos sonará
extraña, pero que casa muy bien con la forma de ver el mundo de los
pueblos precristianos. El cuervo como ave oracular, sabia, perenne que
se asocia al más allá, el otro mundo o lugar de donde viene el
conocimiento — y que en el caso de los celtas era un ave de buen agüero —: el ciclo luz-oscuridad y la importancia de Lug durante el solsticio
invernal como garante de la luz solar que comienza a tomar fuerza en
esta época del año, la perennidad del sol pese a todo, como la del
cuervo, pues tienen una vida muy longeva.
Pese a que sea el
córvido el ave que algunos asocian a Lug y que bajo el augurio de su vuelo se cree que se fundaría Lugudunum3, la actual Lyon, "La ciudad fortificada de Lug", será un ave mucho más pequeña y
pizpireta la que conozcamos en su relación con las festividades
invernales.
¿Dónde encontramos la relación de esta pequeña ave con los celtas?
Pues, como muchas veces ocurre, en la mitología y el folclore que rastreamos a través de la literatura como vestigio de la tradición oral. Será en los Mabinogion donde encontremos la leyenda del Reyezuelo (Wren) asociado a Lug.
Los Mabinogion son la primera colección de historias en prosa proveniente de varios manuscritos medievales galeses que nos narran sucesos históricos medievales, pero cuyo origen procede, lo más probable, de vestigios de tradiciones orales de la Edad de Hierro. Por ello es una fuente importantísima para conocer la cultura celta. Estas historias se fechan entre el siglo XI y XIII, y estaban escritas en Galés medieval. Será durante la época victoriana cuando el Mabinogion sea recopilado y traducido al inglés por Lady Charlotte Guest. Esta obra de la literatura medieval se divide en varias partes; por un lado Las cuatro ramas del Mabinogi, los cinco Relatos nativos y los tres Romances donde encontramos el famoso ciclo Artúrico. Hablar de los Mabinogi sería algo muy extenso, pero me parecía importante poner en contexto para entender mejor la relación de nuestro querido reyezuelo o Wren en inglés, con la cultura celta.
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Lámina de la edición ilustrada por Alan Lee.
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La historia de nuestra ave protagonista aparece concretamente en la IV rama de los mabinogi, donde la propia deidad Lleu (‘Lleu Llaw Gyffes’) [¿Lug?] adquiere su nombre solamente tras cazar a un Reyezuelo. Pero la leyenda en sí es anterior, de hecho se rastrea en la Grecia del siglo VII a. C. como bien nos la cuenta el escritor griego Esopo conocido por sus fábulas.
Nos remontaremos a la Antigua Grecia por un momento para volver más tarde a la tradición celta.
La Leyenda del Reyezuelo, y como esta ave toma su nombre:
Esopo nos cuenta en una preciosa fábula como las aves en consejo pretenden proclamar a su Rey. Para ello deciden que sería proclamada tal aquella que lograse ascender más alto en su vuelo. Una pequeña ave se ocultó entre las plumas de la cola de un águila, y cuando esta llegó al límite de su vuelo ya agotada, salió de su escondite y continuó volando más alto que el águila, pidiendo para sí el título de Rey de las aves.
Esto claro está, enfadó al águila, que impondría según la tradición una obligación, y es que este pájaro sería siempre cazado el día después del solsticio de invierno y nunca podría volar más alto que un seto o matorral. Se aceptó y el Reyezuelo fue coronado. El
pequeño y astuto pájaro fue nombrado reyezuelo, y coronado por el Dios
Sol lanzando sobre la cabeza del pequeño un rayo solar; es por ello que
estas aves lucen una cresta dorada que es la corona del rey. Su nombre Regulus listado deriva del latín: Regulus Ignicapilla siendo regulus un diminutivo de Rey e Igni (fuego) Capillus (Pelo).
La importancia del Reyezuelo en la cultura popular se rastrea desde entonces en numerosas leyendas y dichos populares, como hemos visto lo encontramos en los Mabinogion y donde autores como D. Gricourt y D. Hollard han planteado la importancia de la relación entre el dios céltico Lug y el reyezuelo y por ser en los pueblos de dicho sustrato donde ha permanecido hasta hace muy poco o incluso manteniéndose hoy en día.
Curiosidad es que todas estas menciones a nuestro protagonista presentan una importante dualidad; por un lado se le considera una ave sagrada como al Petirrojo, y sin embargo, todos los años durante la misma fecha (26 de diciembre, día de San Esteban), se realiza en distintos lugares una cacería a este pequeño pájaro.
Encontramos en Irlanda numerosos dichos:
"El zorro es el animal más astuto exceptuando el Reyezuelo"4.
"El que al petirrojo o al reyezuelo lastime, ni en la mar ni en tierra suerte tendrá”5.
"Llama al petirrojo y al reyezuelo, los que umbrías arboledas sobrevuelan, para que con hojas y flores envuelvan los cuerpos desamparados que yacen en el suelo”6.
Cancioneros populares como el de Essex (Inglaterra) nos hablan del simbolismo sagrado o protector del Reyezuelo y otras aves:
“Al petirrojo y al pechicolorado, al petirrojo y al reyezuelo, si le robas sus nidos nunca prosperarás. Al petirrojo y al pechicolorado, al vencejo y a la golondrina, si le tocas uno de sus huevos, mala suerte tendrás”.
En Cornualles se amenazaba a los niños con no crecer si se lastimaba a un Reyezuelo. Y según Fernando Alonso Romero en su trabajo: La Cacería del Reyezuelo, en Galicia encontramos también a este pajarillo, conocido aquí como Carrizo, con simbolismo protector y con propiedades mágicas para curar las enfermedades del ganado causadas por el mal de ojo; para ello se cazaba vivo un Carrizo, se hacía el signo de la cruz sobre las personas y sobre los animales y se liberaba de nuevo al pájaro.
Ave protectora que sin embargo una vez al año, el día de San Esteban, había que cazar ¿No es un sin sentido?, bueno, así puede parecérnoslo, sin embargo veremos al final de la entrada como cobra cierto sentido.
Hasta el siglo XIX el reyezuelo era cazado brutalmente, a pedradas, ya que según la tradición una malvada hada se transformaba en esta ave y solo matándola se acababa con ella. Así se recoge en algunas leyendas de Irlanda o Gales. Grupos de niños mataban al Reyezuelo a pedradas y lo colocaban coronando una rama de acebo con la que iban en procesión de casa en casa pidiendo aguinaldo. Posteriormente el Reyezuelo tuvo "mejor suerte" y era transportado vivo dentro de una jaula para luego ser liberado. Actualmente esta tradición se mantiene en Dingle.
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Dermot Flynn
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En la Isla de Man se regalaba una pluma de Reyezuelo a quien les diese aguinaldo como símbolo de buena fortuna durante el año. También aquí los pescadores cazaban un Reyezuelo para llevar su cadáver a bordo y atraer la buena fortuna, tenemos aquí al Reyezuelo como amuleto.
Como podemos apreciar, tanto por la fecha inamovible de su cacería como por los elementos que la acompañan, nos encontramos ante una caza ritual o ceremonial con un marcado simbolismo, y llegamos aquí a la verdadera razón de esta. Por un lado tenemos la caza cíclica como una renovación justo en el momento de cambio: el Solsticio de invierno. Por otro lado tenemos una leyenda perteneciente al paganismo que ha perdurado hasta el siglo XIX e incluso hasta nuestros días, con lo que podemos encontrar su asimilación y transformación por parte de eclesiásticos durante la Edad media, como se puede apreciar en algunas fuentes del siglo IX: En el glosario de Cormac of Cashel aparece el término dréan (reyezuelo) derivado de draoi-éan (pájaro druida), otros textos como la biografía de San Moling (Santo irlandes del siglo VII) nos habla del reyezuelo como "pájaro mago" y es que con este pájaro se realizaban adivinaciones. La práctica de los augurios o la ornitomancia practicada por los druidas en particular y por los pueblos precristianos en general haría que algunas aves no fuesen bien vistas por el cristianismo. A ello y según el estudio de Fernando Alonso Romero se añadiría que las tradiciones anteriores al cristianismo, algunos dioses podían transformarse o reencarnarse en aves. Por lo que no es de extrañar que algunas modificasen su simbolismo como algo a eliminar, pero conservando sin embargo vestigios de las tradiciones anteriores. En la cultura irlandesa matar un reyezuelo simbolizaría la muerte del año viejo en invierno y el renacer de la primavera. (Green, M.1995, 59).
Glosario de Cormac y Castillo de Cashel
Esta leyenda y su ceremonia ritual (cacería como renovación del rey) se ha rastreado no solo en los pueblos celtas, hemos visto como Esopo nos habla de él, pero es que también se encuentra en Argelia. Su simbología parece estar algo más clara; relacionada con un sacrificio ritual de renovación de la tierra en el ciclo invernal. En cuanto a su origen será Edward Armstrong, en su obra The Folklore of Birds, quien lance la hipótesis de que el culto al reyezuelo debió de llegar a las Islas Británicas no con los celtas, sino durante la Edad del Bronce; llevado probablemente por los constructores de megalitos que llegaron con creencias propias del área mediterránea.
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Irish wren boys on St. Stephen's Day, c. 1950. IrishAmerican.
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Esta festividad del día de San Esteban todavía permanece en algunas zonas de Irlanda, en el alto Loira, Francia, se celebra la Fiesta del renacer del Rey de los pájaros Fête du Roi de l'Oisea, aunque en septiembre. Galicia como hemos visto conserva su adaptación con otra ave, y como veremos en este pequeño - gran mundo de las aves, su papel simbólico es tan extenso como apasionante y es que siglos después seguimos alzando la vista al cielo y mirando las aves con fascinación, con respeto, con envidia, ¿por qué no decirlo?, y con una carga simbólica que hemos aprendido desde niños y de la que no somos conscientes.
Y sin embargo, volvemos a empezar y cambiamos de pájaro
No quiero terminar sin dejar constancia de una de las dificultades con las que me he encontrado al realizar esta entrada. Nuestro querido Reyezuelo, Regulus, recibe el nombre de Wren en inglés y Dreiland en Irlandés. La traducción de ambas palabras es Reyezuelo, hasta aquí todo bien; el problema viene cuando buscas representaciones del ave y te encuentras con que la morfología del Wren no tiene nada que ver con nuestro verdoso Reyezuelo, más bien se parecería al Carrerizo Gallego o al Chochin sin duda.
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Lá An Dreoilín
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Chochin. By El País
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¿Qué ocurre entonces con la etimología?, yo no soy experta en ello, ojalá alguien que sí lea esta entrada y nos saque de dudas, pero en Inglaterra llaman a nuestro Reyezuelo como Goldcrest o cresta dorada y no sería el pájaro de la leyenda original.
En mis pesquisas, he ido encontrando la misma leyenda que nos contase Esopo pero como leyenda Celta, sin mención alguna a Grecia. En ella se habla siempre del pequeño reyezuelo marrón y no solo eso, se amplía la leyenda y esta cobra mucho más sentido a la hora de saber el motivo por el que se cazaba a esta pequeña ave y se ha mantenido su "caza" hasta la actualidad, convirtiéndose en una festividad muy importante en Irlanda durante las festividades invernales.
Vamos allá con la leyenda Celta, que haría del Rey de las aves al Wren-Chochin:
El inicio de la leyenda es el mismo, la diferencia en este caso es que cuando el Reyezuelo pide ser proclamado rey, los pájaros cantores y aves pequeñas lo felicitan, pero las aves grandes no lo aceptan al considerar que el pequeño pájaro había ganado con engaño y astucia, algo no justo para ellos. Tras una larga discusión el reyezuelo dijo que ganar con músculo no era mejor que ganar con astucia, ¡propón otro desafío y lo ganaré!, fue lo que pidió el pequeño pájaro. Y así se propuso un nuevo desafío, esta vez ganaría el pájaro que pudiera volar más bajo. Todos los pájaros se lanzaron a volar a ras de suelo, mientras que el Reyezuelo vio un agujero por le que se coló y comenzó a gritar ¡he ganado!, ¡soy el Rey!, de nuevo los pájaros cantores le apoyarón, pero los grandes dijeron que podía ser el rey pero que no les gobernaría, para ello se irían turnando para darle caza cuando saliese del agujero. Así pasó la noche y cuando era el turno de la lechuza y ya amanecía, el sol cegó al ave nocturna y el Reyezuelo escapó. Sigue siendo el rey, pero tiene tanto miedo al águila que vuela siempre muy bajo y en la protección de matorrales, setos y arbustos, mientras que las aves pequeñas acuden a él para pedir consejo por su sabiduría y astucia.
Sin duda queda algo más explicado el motivo de la cacería, pero seguimos con la duda. Como bien comentaba más arriba y basándome en las fuentes de aquellos que han estudiado los textos originales, la idea del reyezuelo Regulus me casa más, el origen de su nombre y su asociación con las deidades brillantes. El Wren marrón de los irlandeses pertenecería a la familia Wren, cuyo nombre científico es Troglodytes troglodytes, asociado a agujero, caverna, lo que enlazaría con la leyenda celta y el segundo desafio. Sea como sea, es muy posible que como bien decía Edward Armstrong la leyenda proveniente del mediterráneo llegase a las Islas Británicas en la Edad de Bronce y allí mutase de pajarillo y acabase dando protagonismo a nuestro querido Chochin aunque la leyenda original hablase del Regulus verdecillo.
Ahí lo dejo, abierto para que alguien más entendido en la materia pueda sacarme de dudas o para simplemente mirar con otros ojos a estas dos aves diminutas pero con corona de Rey.
Espero que os haya gustado esta primera entrada de esta serie y me acompañéis en las siguientes.
¡Nos leemos muy pronto!
Notas
1. Yule. Celebración festiva tradicional de los pueblos nórdicos que se iniciaba el día del solsticio de invierno y que duraba doce días.
2. Saturnales. Festividad romana dedicada al dios agrícola Saturno
que se celebraba entre el 17 y el 23 de diciembre de cada año durante el
solsticio de invierno con grandes banquetes y en honor a los esclavos donde ese día intercambiaban papeles con sus amos como reconocimiento por el trabajo agrícola.
3. Lugudunum. Libro de las fundaciones . Clitofón de Rodas. S. XIII.
4. (Ingersoll, E. 1923, 119).
5. (Lean, S. V. 1902, II, 1, 202).
6. (Krappe).
Bibliografía
Boira Sax. Cuervo. Naturaleza, historia y simbolismo. Colección El ojo del Tiempo. Siruela. 2017.
Elizabeth Atwood Lawrence (1997) Hunting the Wren: Transformation of Bird to Symbol : a Study in Human-animal Relationships. Univ. of Tennessee Press.
Miranda Green. Mitos Celtas. (Madrid 1995.
Fábulas de Esopo (Penguin Clásicos). 2015.
The Mabinogion (Dover Thrift Editions). Lady Charlotte Guest.
Arnott, W.G. (2007). Birds in the ancient world from A to Z. Routledge, Abingdon.
El Reyezuelo, el Cuervo y el Dios céltico Lug,: aspectos del dossier Ibérico. Marco V. García Quintela. Universidad de Santiago de Compostela. ARYS, 5, 2002
Alonso, F. (2001). La cacería del reyezuelo: análisis de una cacería ancestral en los países célticos. Anuario Brigantino, 24: 83-102.
Revista Praxis. Las aves en la mitología griega.
https://birdwatchireland.ie
http://littlebrownwren.com
https://seo.org/ave/reyezuelo-sencillo/
Sacred Texts: Why the Wren Flies Close to the Earth: http://www.sacred-texts.com/etc/bnm/bnm23.htm