El último baile



Bailabas la danza de las espigas, al son de los cánticos dorados en su última tarde. Se plegaban en éxtasis, preñadas de grano, mirando la tierra por última vez. Oraban los campos enteros, sabían, ellos sabían, y tú bailabas su danza de muerte y vida. Rodeada de oro tierno sentías sus cosquillas en los pies, y al caer, el viento traía sus voces alegres. Era el último día de primavera, era el día antes de la cosecha. Los ojos llenos de trigo almacenarían sus granos de memoria visual hasta el próximo año. El olor y las voces se perderían, era el ciclo siguiendo su camino. Mañana sería verano, y tú, tú bailabas el último baile de la primavera.

Un día antes del solsticio. Desde el valle del Alerce Rojo.

  

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