La leyenda de la flor de las nieves

Flor de Edelweiss

 Hoy os presento una planta muy especial: La flor de Edelweiss, que pese a ser considerada la flor de las nieves por las altitudes en las que se encuentra, no es una planta invernal, ya que florece de julio a septiembre, quizá algo más si el tiempo acompaña, aunque resiste muy bien el invierno y es perenne.

Esta flor crece a grandes alturas en praderas de montaña y se agrupan sus diminutas florecillas para protegerse del tiempo, haciéndonos pensar que es una única flor. 

Es una planta de apariencia delicada que en realidad resiste temperaturas muy frias y alturas incluso de 3000m, no hay que olvidar que es una especie protegida, por lo que su recolección está prohibida.

El término Edelweiss es de procedencia alemana: "nobleza blanca", también se le conoce como estrella de plata por sus braceas carnosas y algodonosas que la hacen parecer una estrella; o por su nombre científico derivado del griego Leontopodium alpinum , que significa "piececito de león". Se la conoce comunmente como Flor de las nieves, recibe el nombre de pie de gato, flor de lana, flor de estrella de plata, etc. Y por sus carácterísticas y blancura es una flor asociada a la pureza, a la protección de la naturaleza y a la inmortalidad.

Su belleza y escasez la han hecho protagonista de numerosas historias. 

 Cuenta la leyenda que una estrella le confesó a la Luna que deseaba abandonar el cielo para convertirse en flor. Enfadada, la Luna envió a esta estrella a una de las montañas más altas de la tierra donde fue bañada por el manto blanco de la nieve y se terminó convirtiendo en la flor del Pirineo.

Poblando ya la estrella-flor las montañas, encontramos otra leyenda; la de la joven Edelweiss.

Vivía una joven de inigualable belleza, tan solo comparada a la pureza de la nieve que se encuentra en las altas montañas; de piel como el mármol, ojos grises y cabellos blancos, su nombre: Edelweiss.

Edelweiss había enamorado a un joven, que un día por fin decidió dclararse a la bella muchacha:

 –  No podía demorar más tiempo amada mía, en confesarte lo que por ti siento. Sufro día y noche de dolor por dentro, cada instante que cierro los ojos, que ni una tempestad podría llevarse un solo ápice de mi afecto. Ni siquiera toda la nieve de las altas montañas sería capaz de apagar el fuego que hace latir mi corazón. Vengo a deciros mi bella Edelweiss, que os amo con todo mi ser.

Sorprendida pero halagada, apartó sus manos, recorrió su rostro silenciosamente, y con una tierna sonrisa le habló:

 –  Amado mío, abrumada me hallo ante tus hermosas palabras con el dulce mensaje con el que las proclamas. Pero, ¿no te parece que una declaración de amor debe ir acompañada de una gran hazaña?

 El joven aturdido, pero con firmeza, le contestó:

 –  Hermosa Edelweiss, ¿Qué es lo que quereis? Porque os aseguro que conseguiré todo aquello que deseéis, si así consigo demostraros el amor que os profeso.

 –  Enamorado mío, os tomo la palabra. Este es el momento de que huyáis, porque el reto que os vengo a proponer no está al alcance de miedosos ni cobardes… Cuenta una Leyenda que una estrella a la tierra llegó, convirtiéndose en la más bella flor que habita donde el hielo y las nieves esculpen las altas montañas. Si es verdad que por mi mueras, allá a buscar esa flor fueras… y ya te aviso, que si no la consiguieras, tampoco mi amor obtuvieras.

 El joven palideció ante tal afrenta, sus mejillas se encendieron y apretando  los puños juró:

–  Por tu amor Edelweiss, yo traeré esa flor. Y se marcho con un firme caminar.

Dicen que pasaron muchos muchos días y que el apuesto joven nunca regresó. También dicen que aunque ella reía todas las mañanas, cuando las etrellas cubrían el firmamento, cuando nadie la veía lloraba, y rogaba que él volviera junto a ella.

Acabó perdiendo el juicio. Sin salir de casa sollozaba amargamente todas las noches, mientras contemplaba las altas montañas.

Su pena acabó una de esas frías y largas noches de invierno, en la que según cuentan generación tras generación los vecinos del lugar, a las montañas salió, totalmente desnuda a buscarle, gritando su nombre hasta desgarrarse la voz, y nunca más se la volvió a ver.

Desde entonces en su honor, la flor de  las nieves se llama Edelweiss y es símbolo de amor verdadero y eterno, como el de los dos jóvenes que murieron arropados por la nieve.

 

Junto a las leyendas, ha sido una planta medicinal y se usa con fines cosméticos en cultivo selectivo en Suiza. Posee propiedades antioxidantes, astringentes y calmantes principalmente. Con fines mágicos ha sido usada para preparar filtros amorosos, concedía el poder de la invisibilidad si se realizaba con ellas una corona y se portaba, y también era una planta que recolectada en luna llena y llevada junto al cuerpo, protegía de los males.

¿Conociais la leyenda?, ¿Habéis escuchado alguna más sobre esta maravillosa planta?, ¿La habéis visto alguna vez? me encantará leeros.

Espero que os haya gustado, y ya sabéis, nos vemos entre el valle, el bosque y las montañas, siempre bajo la magia de las estaciones.

 



0 Comments